Jesús le dijo al conejito: “amigo, yo he vuelto a vivir y ahora me voy a reunir con mi padre, Dios. Quiero que cada vez que me recuerden en Semana Santa, saltes de alegría y recorras todos los hogares del mundo repartiendo huevitos de chocolate a los niños y niñas que me quieren”.
El conejito se puso muy contento con la misión que le había dado Jesús. Por eso el conejito nos visita cada Pascua de Resurrección con sus tradicionales huevitos de chocolate.
En cada familia existen distintos significados y formas de celebrar esta festividad.
Sabemos que nuestros niños y niñas están expuestos a una gran cantidad de información e ideas consumistas relacionadas con los “huevitos de chocolate”.
Para hacer comprensibles estos hechos: muerte de Jesús y huevitos de chocolate, les narramos esta historia.